MILÁN – En verano la vida se aquieta, y se abre un espacio para reflexionar sobre temas fundamentales. Uno de los mayores enigmas que ocupa mi mente estos últimos tiempos es la divergencia actual entre una extendida disfunción política y la relativa solidez de la economía y los mercados financieros.
MILÁN – En verano la vida se aquieta, y se abre un espacio para reflexionar sobre temas fundamentales. Uno de los mayores enigmas que ocupa mi mente estos últimos tiempos es la divergencia actual entre una extendida disfunción política y la relativa solidez de la economía y los mercados financieros.