VARSOVIA – Criticar a las instituciones de la Unión Europea y exigir que se reformen es un pasatiempo popular. Pero, como dejó en claro el frente unificado que mostró la UE durante las interminables negociaciones sobre Brexit, las instituciones europeas son notablemente efectivas en cuanto a gestionar la diversidad política. Por más perverso que a algunos parezca, los Estado nación pueden aprender de Europa como abordar sus propias falencias democráticas.
VARSOVIA – Criticar a las instituciones de la Unión Europea y exigir que se reformen es un pasatiempo popular. Pero, como dejó en claro el frente unificado que mostró la UE durante las interminables negociaciones sobre Brexit, las instituciones europeas son notablemente efectivas en cuanto a gestionar la diversidad política. Por más perverso que a algunos parezca, los Estado nación pueden aprender de Europa como abordar sus propias falencias democráticas.