CAMBRIDGE – A medida que las plataformas masivas en línea han dado lugar a numerosos mercados virtuales, se ha abierto una brecha entre la economía real y la digital. Y, al conducir a más personas que nunca a que operen en Internet en busca de bienes, servicios y empleo, la pandemia del coronavirus está agrandando esta brecha. Al presente, el riesgo es que un nuevo complejo industrial digital obstaculice la eficiencia del mercado al imponer rentas a los actores de la economía real cuyas operaciones diarias dependen de la tecnología.
CAMBRIDGE – A medida que las plataformas masivas en línea han dado lugar a numerosos mercados virtuales, se ha abierto una brecha entre la economía real y la digital. Y, al conducir a más personas que nunca a que operen en Internet en busca de bienes, servicios y empleo, la pandemia del coronavirus está agrandando esta brecha. Al presente, el riesgo es que un nuevo complejo industrial digital obstaculice la eficiencia del mercado al imponer rentas a los actores de la economía real cuyas operaciones diarias dependen de la tecnología.