LONDRES – Durante sesenta años, los sucesivos gobiernos alemanes procuraron una Alemania más europea, pero ahora el gobierno de la Canciller Angela Merkel quiere remodelar las economías de Europa a imagen y semejanza de Alemania. Se trata de un propósito políticamente imprudente y económicamente peligroso. Lejos de ser –como se jactan el ministro de Hacienda de Alemania, Wolfgang Schäuble y otros– la más lograda de Europa, la economía de Alemania es disfuncional.
LONDRES – Durante sesenta años, los sucesivos gobiernos alemanes procuraron una Alemania más europea, pero ahora el gobierno de la Canciller Angela Merkel quiere remodelar las economías de Europa a imagen y semejanza de Alemania. Se trata de un propósito políticamente imprudente y económicamente peligroso. Lejos de ser –como se jactan el ministro de Hacienda de Alemania, Wolfgang Schäuble y otros– la más lograda de Europa, la economía de Alemania es disfuncional.