BEIJING – Si bien la reciente Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial del presidente francés, Emmanuel Macron, dio como resultado una “hoja de ruta” para la reforma del sistema financiero global, es poco probable que las reformas propuestas movilicen capital privado en la escala que hace falta para mitigar el cambio climático. Una razón clave para esto es que la hoja de ruta, en general, no aborda las barreras que impiden que los fondos de pensión y otros grandes inversores institucionales aúnen fuerzas con los bancos multilaterales de desarrollo (BMD). Aunque las cláusulas propuestas para aumentar las garantías en moneda extranjera y gestionar los riesgos monetarios son útiles, muy probablemente no alcancen.
BEIJING – Si bien la reciente Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial del presidente francés, Emmanuel Macron, dio como resultado una “hoja de ruta” para la reforma del sistema financiero global, es poco probable que las reformas propuestas movilicen capital privado en la escala que hace falta para mitigar el cambio climático. Una razón clave para esto es que la hoja de ruta, en general, no aborda las barreras que impiden que los fondos de pensión y otros grandes inversores institucionales aúnen fuerzas con los bancos multilaterales de desarrollo (BMD). Aunque las cláusulas propuestas para aumentar las garantías en moneda extranjera y gestionar los riesgos monetarios son útiles, muy probablemente no alcancen.