NUEVA YORK – La pandemia del COVID-19 atrapó a la humanidad fuera de guardia, aunque ya habíamos recibido, por cierto, las advertencias de brotes de menor escala -SARS, Ébola, MERS y gripe aviar- durante décadas. El presidente norteamericano Barak Obama, consciente de la verdadera naturaleza de la amenaza que podrían plantear las enfermedades infecciosas, llegó a crear una unidad de Seguridad Sanitaria Global y Biodefensa dentro del Consejo de Seguridad Nacional. Pero Donald Trump, en su infinita sabiduría, la cerró.
NUEVA YORK – La pandemia del COVID-19 atrapó a la humanidad fuera de guardia, aunque ya habíamos recibido, por cierto, las advertencias de brotes de menor escala -SARS, Ébola, MERS y gripe aviar- durante décadas. El presidente norteamericano Barak Obama, consciente de la verdadera naturaleza de la amenaza que podrían plantear las enfermedades infecciosas, llegó a crear una unidad de Seguridad Sanitaria Global y Biodefensa dentro del Consejo de Seguridad Nacional. Pero Donald Trump, en su infinita sabiduría, la cerró.