LAHORE – Muchos occidentales consideran la decisión de la Corte Suprema de Pakistán de destituir al primer ministro Nawaz Sharif, que gozaba de una cómoda mayoría en la Asamblea Nacional, como una preocupante señal de que reaparecido la inestabilidad política, e incluso como un anuncio de regreso al autoritarismo. Sin embargo, la historia política de Pakistán sugiere lo contrario.
LAHORE – Muchos occidentales consideran la decisión de la Corte Suprema de Pakistán de destituir al primer ministro Nawaz Sharif, que gozaba de una cómoda mayoría en la Asamblea Nacional, como una preocupante señal de que reaparecido la inestabilidad política, e incluso como un anuncio de regreso al autoritarismo. Sin embargo, la historia política de Pakistán sugiere lo contrario.