WASHINGTON, DC – La nominación por parte del Presidente Barack Obama de Ben Bernanke para un segundo período como Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos representa una decisión sensata y pragmática, pero no es nada para celebrar. En lugar de ello, debería ser una ocasión para reflexionar sobre el papel del pensamiento ideológico colectivo entre los economistas, incluido Bernanke, y cómo eso ha contribuido a la crisis financiera y económica global.
WASHINGTON, DC – La nominación por parte del Presidente Barack Obama de Ben Bernanke para un segundo período como Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos representa una decisión sensata y pragmática, pero no es nada para celebrar. En lugar de ello, debería ser una ocasión para reflexionar sobre el papel del pensamiento ideológico colectivo entre los economistas, incluido Bernanke, y cómo eso ha contribuido a la crisis financiera y económica global.