NORTHAMPTON – Según la leyenda olímpica, ser anfitrión de los Juegos constituye un gran beneficio económico para la ciudad y el país elegidos. En realidad, resulta más frecuente que los Juegos sean un despilfarro, algo que Río de Janeiro está descubriendo.
NORTHAMPTON – Según la leyenda olímpica, ser anfitrión de los Juegos constituye un gran beneficio económico para la ciudad y el país elegidos. En realidad, resulta más frecuente que los Juegos sean un despilfarro, algo que Río de Janeiro está descubriendo.