NUEVA YORK – El pasado mes Song Gengyi, una profesora de periodismo en Shanghái, fue despedida por hacer su trabajo. Alentó a sus estudiantes a verificar los relatos oficiales sobre la Masacre de Nankín del año 1937, la orgía de asesinatos en masa y violaciones perpetrada por el Ejército Imperial Japonés en dicha ciudad, misma que en aquel entonces era la capital china. Otra maestra, Li Tiantian, protestó contra el despido de Gengyi, y se la castigó internándola en un hospital psiquiátrico.
NUEVA YORK – El pasado mes Song Gengyi, una profesora de periodismo en Shanghái, fue despedida por hacer su trabajo. Alentó a sus estudiantes a verificar los relatos oficiales sobre la Masacre de Nankín del año 1937, la orgía de asesinatos en masa y violaciones perpetrada por el Ejército Imperial Japonés en dicha ciudad, misma que en aquel entonces era la capital china. Otra maestra, Li Tiantian, protestó contra el despido de Gengyi, y se la castigó internándola en un hospital psiquiátrico.