BERKELEY – El presidente Barack Obama no ha tenido un primer año fácil desde un punto de vista económico. Heredó un sistema financiero al borde del colapso. Recibió como legado una economía en recesión y una tasa de desempleo destinada a aumentar. Y enfrentó un Congreso y una profesión económica con una tendencia a confundir estos demonios reales con demonios imaginarios.
BERKELEY – El presidente Barack Obama no ha tenido un primer año fácil desde un punto de vista económico. Heredó un sistema financiero al borde del colapso. Recibió como legado una economía en recesión y una tasa de desempleo destinada a aumentar. Y enfrentó un Congreso y una profesión económica con una tendencia a confundir estos demonios reales con demonios imaginarios.