MADRID – Humillado por la arrolladora victoria de los republicanos en las elecciones de mitad de período, el presidente estadounidense Barack Obama ahora tendrá que negociar hasta el menor detalle de su agenda nacional con un Congreso hostil, al menos hasta las próximas elecciones de 2012. El Congreso puede además obstaculizar su política exterior, pero esto sigue siendo un ámbito en el que los presidentes estadounidenses "gozan de prerrogativas casi de la realeza", para usar la descripción un tanto exagerada de Alexis de Tocqueville.
MADRID – Humillado por la arrolladora victoria de los republicanos en las elecciones de mitad de período, el presidente estadounidense Barack Obama ahora tendrá que negociar hasta el menor detalle de su agenda nacional con un Congreso hostil, al menos hasta las próximas elecciones de 2012. El Congreso puede además obstaculizar su política exterior, pero esto sigue siendo un ámbito en el que los presidentes estadounidenses "gozan de prerrogativas casi de la realeza", para usar la descripción un tanto exagerada de Alexis de Tocqueville.