CAMBRIDGE, REINO UNIDO – La primera visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a China fue como una espléndida obra de teatro. El espectáculo se ensayó durante mucho tiempo tanto en Washington como en Beijing porque los dos gobiernos necesitaban de una visita exitosa al menos en apariencia. El Partido Comunista que gobierna en China requería el respaldo inequívoco de Obama al papel cada vez más importante de China en el orden internacional para fortalecer su legitimidad interna. Los Estados Unidos necesitaban la cooperación de China para demostrar la efectividad de la nueva estrategia de Obama de liderazgo global cooperativo.
CAMBRIDGE, REINO UNIDO – La primera visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a China fue como una espléndida obra de teatro. El espectáculo se ensayó durante mucho tiempo tanto en Washington como en Beijing porque los dos gobiernos necesitaban de una visita exitosa al menos en apariencia. El Partido Comunista que gobierna en China requería el respaldo inequívoco de Obama al papel cada vez más importante de China en el orden internacional para fortalecer su legitimidad interna. Los Estados Unidos necesitaban la cooperación de China para demostrar la efectividad de la nueva estrategia de Obama de liderazgo global cooperativo.