NUEVA YORK.- Hace poco en Teherán, mientras escuchaba a un funcionario iraní, sus palabras me hicieron recordar la afición del ayatola Jomeini a comparar la relación de los Estados Unidos e Irán con la de un lobo y un cordero. Sin embargo, el funcionario agregó su toque personal, “han pasado casi treinta años y nosotros ya no somos ese cordero, y tal vez los Estados Unidos tampoco sean el lobo de antes”. El funcionario quería decir que Irán ya no cree que exista la pronunciada desigualdad de antes con los Estados Unidos, y que tal vez sea hora de iniciar un diálogo.
NUEVA YORK.- Hace poco en Teherán, mientras escuchaba a un funcionario iraní, sus palabras me hicieron recordar la afición del ayatola Jomeini a comparar la relación de los Estados Unidos e Irán con la de un lobo y un cordero. Sin embargo, el funcionario agregó su toque personal, “han pasado casi treinta años y nosotros ya no somos ese cordero, y tal vez los Estados Unidos tampoco sean el lobo de antes”. El funcionario quería decir que Irán ya no cree que exista la pronunciada desigualdad de antes con los Estados Unidos, y que tal vez sea hora de iniciar un diálogo.