NUEVA YORK – Una paradoja cada vez más obvia ha hecho su aparición este año en los mercados financieros mundiales. Si bien los riesgos geopolíticos –el conflicto entre Rusia y Ucrania, el surgimiento del Estado Islámico y la creciente agitación en todo Oriente Medio, las disputas territoriales de China con sus vecinos, y ahora las protestas masivas en Hong Kong y el riesgo de una ofensiva– se han multiplicado, los mercados han mantenido un perfil alcista, cuando no decididamente burbujeante.
NUEVA YORK – Una paradoja cada vez más obvia ha hecho su aparición este año en los mercados financieros mundiales. Si bien los riesgos geopolíticos –el conflicto entre Rusia y Ucrania, el surgimiento del Estado Islámico y la creciente agitación en todo Oriente Medio, las disputas territoriales de China con sus vecinos, y ahora las protestas masivas en Hong Kong y el riesgo de una ofensiva– se han multiplicado, los mercados han mantenido un perfil alcista, cuando no decididamente burbujeante.