BERKELEY – La crisis del euro puede dividirse en tres componentes; dos ya fueron enfrentados con éxito (al menos parcial): la crisis bancaria producto del exceso de apalancamiento simultáneo de los sectores público y privado; y el derrumbe de la confianza en los gobiernos de la eurozona que siguió a la crisis bancaria. Pero todavía queda un tercer elemento, el más peligroso y largo de resolver: el desequilibrio estructural entre el norte y el sur de la eurozona.
BERKELEY – La crisis del euro puede dividirse en tres componentes; dos ya fueron enfrentados con éxito (al menos parcial): la crisis bancaria producto del exceso de apalancamiento simultáneo de los sectores público y privado; y el derrumbe de la confianza en los gobiernos de la eurozona que siguió a la crisis bancaria. Pero todavía queda un tercer elemento, el más peligroso y largo de resolver: el desequilibrio estructural entre el norte y el sur de la eurozona.