NEW HAVEN – A pesar de que se profundizan las preocupaciones sobre la economía de China, el país no se encamina hacia “décadas perdidas” de estancamiento al estilo japonés. Y, sin embargo, una ambigüedad preocupante nubla este veredicto. El destino de Japón fue sellado por su renuencia a abandonar un modelo de crecimiento disfuncional. Si bien China se distingue de Japón por haber adoptado el reequilibrio estructural, este país está esforzándose por poner en práctica dicha estrategia. A menos que los esfuerzos de China tengan éxito, los resultados podrían ser similares.
NEW HAVEN – A pesar de que se profundizan las preocupaciones sobre la economía de China, el país no se encamina hacia “décadas perdidas” de estancamiento al estilo japonés. Y, sin embargo, una ambigüedad preocupante nubla este veredicto. El destino de Japón fue sellado por su renuencia a abandonar un modelo de crecimiento disfuncional. Si bien China se distingue de Japón por haber adoptado el reequilibrio estructural, este país está esforzándose por poner en práctica dicha estrategia. A menos que los esfuerzos de China tengan éxito, los resultados podrían ser similares.