NUEVA YORK – En el último año hemos pasado por una experiencia insólita: después de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, los mercados financieros llegaron a desplomarse y fue necesario un apoyo para mantenerlos con vida artificialmente. Nada así había ocurrido desde la Gran Depresión del decenio de 1930.
NUEVA YORK – En el último año hemos pasado por una experiencia insólita: después de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, los mercados financieros llegaron a desplomarse y fue necesario un apoyo para mantenerlos con vida artificialmente. Nada así había ocurrido desde la Gran Depresión del decenio de 1930.