LAGOS - Abuja, la bullente nueva capital de Nigeria, es una ciudad sitiada. En agosto, Boko Haram, una secta musulmana oscura y violenta surgida en el noreste del país hizo estallar una bomba en un edificio que alberga al personal de las Naciones Unidas en el centro de la ciudad, matando a 23 personas e hiriendo gravemente a 86. Fue el primer atentado suicida de Nigeria, y su audacia y ferocidad han sembrado el pánico entre los funcionarios del gobierno y los ciudadanos.
LAGOS - Abuja, la bullente nueva capital de Nigeria, es una ciudad sitiada. En agosto, Boko Haram, una secta musulmana oscura y violenta surgida en el noreste del país hizo estallar una bomba en un edificio que alberga al personal de las Naciones Unidas en el centro de la ciudad, matando a 23 personas e hiriendo gravemente a 86. Fue el primer atentado suicida de Nigeria, y su audacia y ferocidad han sembrado el pánico entre los funcionarios del gobierno y los ciudadanos.