MELBOURNE/VARSOVIA – En la noche de Año Nuevo, mucha gente hace promesas que se propone cumplir en el año que comienza. Las más comunes, al menos en los Estados Unidos, es hacer más ejercicio, comer más sano, ahorrar dinero, perder peso y bajar el nivel de estrés. Algunos podrán decidir ser mejores hacia una persona en particular: no criticar a su pareja, visitar más a menudo a una abuela que está envejeciendo, o ser mejor amigo para quienes le rodean. Sin embargo, pocos –apenas un 12% según un estudio estadounidense- deciden convertirse en mejores personas en general, es decir, ser mejores en un sentido moral.
MELBOURNE/VARSOVIA – En la noche de Año Nuevo, mucha gente hace promesas que se propone cumplir en el año que comienza. Las más comunes, al menos en los Estados Unidos, es hacer más ejercicio, comer más sano, ahorrar dinero, perder peso y bajar el nivel de estrés. Algunos podrán decidir ser mejores hacia una persona en particular: no criticar a su pareja, visitar más a menudo a una abuela que está envejeciendo, o ser mejor amigo para quienes le rodean. Sin embargo, pocos –apenas un 12% según un estudio estadounidense- deciden convertirse en mejores personas en general, es decir, ser mejores en un sentido moral.