WASHINGTON, DC – A los líderes del mundo los desafíos de la comunidad global les resultan, desafortunadamente, demasiado familiares: ausencia de avances en la lucha contra la pobreza, una crisis climática existencial, la incipiente recuperación de la pandemia y la guerra agobiante en las fronteras de Europa. Pero, bajo la superficie, una profunda desconfianza separa silenciosamente al Norte Global del Sur Global en un momento en que debiéramos unirlos si queremos que exista alguna posibilidad de superar esas crisis entrelazadas.
WASHINGTON, DC – A los líderes del mundo los desafíos de la comunidad global les resultan, desafortunadamente, demasiado familiares: ausencia de avances en la lucha contra la pobreza, una crisis climática existencial, la incipiente recuperación de la pandemia y la guerra agobiante en las fronteras de Europa. Pero, bajo la superficie, una profunda desconfianza separa silenciosamente al Norte Global del Sur Global en un momento en que debiéramos unirlos si queremos que exista alguna posibilidad de superar esas crisis entrelazadas.