BERLÍN – Estamos siendo testigos de una confluencia sin precedentes de crisis mayores y menores. Desde la pandemia del COVID-19, el alza de los precios de la energía y el retorno de la inflación en las economías desarrolladas y en desarrollo hasta la fractura de las cadenas de suministro, la criminal guerra de Rusia en Ucrania y el cambio climático, muchas de estas crisis no son solo señales de decadencia, sino de un nuevo orden que está naciendo.
BERLÍN – Estamos siendo testigos de una confluencia sin precedentes de crisis mayores y menores. Desde la pandemia del COVID-19, el alza de los precios de la energía y el retorno de la inflación en las economías desarrolladas y en desarrollo hasta la fractura de las cadenas de suministro, la criminal guerra de Rusia en Ucrania y el cambio climático, muchas de estas crisis no son solo señales de decadencia, sino de un nuevo orden que está naciendo.