HAIFA – Desde la Guerra de los Seis Días de junio de 1967, un pequeño número de israelíes, no todos de izquierdas, apoyaron la idea de dos Estados como solución para el conflicto palestino-israelí. La mayoría de sus compatriotas la rechazaron, como también los palestinos. Los israelíes justificaban su posición con esta pregunta: ¿desde cuándo son los palestinos una nación que merezca tener un Estado? Los palestinos preguntaban, a su vez: ¿por qué deben los judíos, una comunidad religiosa dispersa por todo el mundo, tener un Estado propio?
HAIFA – Desde la Guerra de los Seis Días de junio de 1967, un pequeño número de israelíes, no todos de izquierdas, apoyaron la idea de dos Estados como solución para el conflicto palestino-israelí. La mayoría de sus compatriotas la rechazaron, como también los palestinos. Los israelíes justificaban su posición con esta pregunta: ¿desde cuándo son los palestinos una nación que merezca tener un Estado? Los palestinos preguntaban, a su vez: ¿por qué deben los judíos, una comunidad religiosa dispersa por todo el mundo, tener un Estado propio?