MADRID – Las elecciones en Israel han dibujado un panorama desolador. El primer ministro Benjamín Netanyahu se ha asegurado su quinto mandato (el cuarto consecutivo) y se encamina a superar a David Ben-Gurión, el fundador del Estado de Israel hace 71 años, como el líder más longevo en la historia del país. No obstante, en Israel se pone de manifiesto que “el pasado es un país extranjero”, como enunció el novelista L. P. Hartley. Y es que el Israel de Netanyahu no sería demasiado reconocible para Ben-Gurión, que siempre trató de compatibilizar el carácter judío y democrático del Estado.
MADRID – Las elecciones en Israel han dibujado un panorama desolador. El primer ministro Benjamín Netanyahu se ha asegurado su quinto mandato (el cuarto consecutivo) y se encamina a superar a David Ben-Gurión, el fundador del Estado de Israel hace 71 años, como el líder más longevo en la historia del país. No obstante, en Israel se pone de manifiesto que “el pasado es un país extranjero”, como enunció el novelista L. P. Hartley. Y es que el Israel de Netanyahu no sería demasiado reconocible para Ben-Gurión, que siempre trató de compatibilizar el carácter judío y democrático del Estado.