RALEIGH – Una vez más, la idea de tasas de interés negativas ha llegado a los titulares, tras la decisión del Banco Nacional Suizo (BNS) en diciembre de reducir su tasa de interés oficial a apenas el 0,5%. Cuando se ha planteado esta cuestión en el pasado, los analistas han tachado las tasas de interés nominales negativas de “desventura calamitosa”, de “anticapitalistas” e incluso de “la idea más tonta de la historia de la economía”. Y aunque los reportes oficiales de los funcionarios de los bancos centrales que implementaron las tasas negativas fueron menos mordaces, no mostraron mucho entusiasmo.
RALEIGH – Una vez más, la idea de tasas de interés negativas ha llegado a los titulares, tras la decisión del Banco Nacional Suizo (BNS) en diciembre de reducir su tasa de interés oficial a apenas el 0,5%. Cuando se ha planteado esta cuestión en el pasado, los analistas han tachado las tasas de interés nominales negativas de “desventura calamitosa”, de “anticapitalistas” e incluso de “la idea más tonta de la historia de la economía”. Y aunque los reportes oficiales de los funcionarios de los bancos centrales que implementaron las tasas negativas fueron menos mordaces, no mostraron mucho entusiasmo.