TEL AVIV – La “amenaza” del nacionalismo parece ubicua. La ideología, descripta mayoritariamente en términos peyorativos, hoy es sinónimo de xenofobia, populismo, autoritarismo y antiliberalismo. El mes pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, culpó al nacionalismo excesivo de avivar el fuego de la Primera Guerra Mundial, y advirtió que “viejos demonios” amenazaban con un retorno “al caos y a la muerte”.
TEL AVIV – La “amenaza” del nacionalismo parece ubicua. La ideología, descripta mayoritariamente en términos peyorativos, hoy es sinónimo de xenofobia, populismo, autoritarismo y antiliberalismo. El mes pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, culpó al nacionalismo excesivo de avivar el fuego de la Primera Guerra Mundial, y advirtió que “viejos demonios” amenazaban con un retorno “al caos y a la muerte”.