BANGKOK – En tanto los líderes autocráticos ganan influencia, si no poder, en más países de los que los defensores de la democracia están dispuestos a considerar, Myanmar es una excepción notable: su junta militar parece insostenible. De hecho, el pueblo de Myanmar está arriesgando su vida para quebrantar el control del poder de los generales y recuperar su futuro.
BANGKOK – En tanto los líderes autocráticos ganan influencia, si no poder, en más países de los que los defensores de la democracia están dispuestos a considerar, Myanmar es una excepción notable: su junta militar parece insostenible. De hecho, el pueblo de Myanmar está arriesgando su vida para quebrantar el control del poder de los generales y recuperar su futuro.