LONDRES – La COVID‑19 ha puesto en evidencia una infinidad de debilidades del capitalismo moderno. Y en muchos países, recortes en servicios sociales y salud pública del pasado amplificaron el daño causado por la pandemia, a la par de otras lesiones autoinfligidas del Estado que generaron fallas en la coordinación e implementación de políticas y dieron lugar a deficiencias en la detección y el seguimiento de contagios, la producción de suministros médicos y la provisión de educación durante las cuarentenas.
LONDRES – La COVID‑19 ha puesto en evidencia una infinidad de debilidades del capitalismo moderno. Y en muchos países, recortes en servicios sociales y salud pública del pasado amplificaron el daño causado por la pandemia, a la par de otras lesiones autoinfligidas del Estado que generaron fallas en la coordinación e implementación de políticas y dieron lugar a deficiencias en la detección y el seguimiento de contagios, la producción de suministros médicos y la provisión de educación durante las cuarentenas.