BRUSELAS – La tarea que mantiene ocupados a los bancos centrales hoy en día es endurecer sus políticas monetarias con la mayor celeridad posible. Incluso el habitualmente prudente Banco Central Europeo acaba de aumentar su tasa de interés clave en 75 puntos básicos, lo que es una acción sin precedentes y que iguala una medida adoptada anteriormente por la Reserva Federal de Estados Unidos. Los mercados financieros han reaccionado a estas medidas como cabría esperar, con la caída de las bolsas de valores y la caída de los precios de los bonos a largo plazo. Sin embargo, nada de lo antedicho indica que una crisis financiera sea inminente.
BRUSELAS – La tarea que mantiene ocupados a los bancos centrales hoy en día es endurecer sus políticas monetarias con la mayor celeridad posible. Incluso el habitualmente prudente Banco Central Europeo acaba de aumentar su tasa de interés clave en 75 puntos básicos, lo que es una acción sin precedentes y que iguala una medida adoptada anteriormente por la Reserva Federal de Estados Unidos. Los mercados financieros han reaccionado a estas medidas como cabría esperar, con la caída de las bolsas de valores y la caída de los precios de los bonos a largo plazo. Sin embargo, nada de lo antedicho indica que una crisis financiera sea inminente.