Los juicios de los criminales de guerra solían ser un asunto serio. Recordemos las fotografías de Herman Goering y Rudolf Hess sentados, taciturnos, en el banquillo en Nuremberg. Algunos líderes nazis incluso fueron colgados después de juicios relativamente cortos pero justos.
Los juicios de los criminales de guerra solían ser un asunto serio. Recordemos las fotografías de Herman Goering y Rudolf Hess sentados, taciturnos, en el banquillo en Nuremberg. Algunos líderes nazis incluso fueron colgados después de juicios relativamente cortos pero justos.