LONDRES – Pasados cincuenta años de la Guerra de los Seis Días, que marcó el inicio de la ocupación de Israel de Jerusalén Este y Cisjordania, Oriente Próximo sigue siendo una región en crisis perpetua. No es de extrañar que, al evaluarla, los políticos, los diplomáticos y la comunidad de donantes y organismos humanitarios se centren en el aquí y ahora. Sin embargo, si queremos romper el ciclo moderno de crisis que afectan a esta zona del planeta, no debemos perder de vista el futuro. Y cuatro tendencias ya están preparando una nueva serie de problemas para la próxima década.
LONDRES – Pasados cincuenta años de la Guerra de los Seis Días, que marcó el inicio de la ocupación de Israel de Jerusalén Este y Cisjordania, Oriente Próximo sigue siendo una región en crisis perpetua. No es de extrañar que, al evaluarla, los políticos, los diplomáticos y la comunidad de donantes y organismos humanitarios se centren en el aquí y ahora. Sin embargo, si queremos romper el ciclo moderno de crisis que afectan a esta zona del planeta, no debemos perder de vista el futuro. Y cuatro tendencias ya están preparando una nueva serie de problemas para la próxima década.