TEL AVIV – Cuando pensamos en el conflicto en Oriente Medio, los factores religiosos probablemente sean los primeros que nos vienen a la cabeza. Pero, hoy en día, los intereses estratégicos enfrentados y las ambiciones imperiales desempeñan un papel mucho más importante que las divisiones religiosas o sectarias a la hora de definir la política regional. Esto es, potencialmente, una evolución positiva.
TEL AVIV – Cuando pensamos en el conflicto en Oriente Medio, los factores religiosos probablemente sean los primeros que nos vienen a la cabeza. Pero, hoy en día, los intereses estratégicos enfrentados y las ambiciones imperiales desempeñan un papel mucho más importante que las divisiones religiosas o sectarias a la hora de definir la política regional. Esto es, potencialmente, una evolución positiva.