WASHINGTON, DC – Para los países en desarrollo, alcanzar el estado de ingresos medios es una bendición al mismo tiempo que una maldición. Si bien se ha superado la extrema pobreza y las privaciones, lo que suele seguir es una desaceleración del crecimiento que, históricamente, ha hecho que avanzar hacia mayores niveles se dé en casos muy excepcionales. Ciertamente, esa es la situación de los países de ingresos medios de Oriente Medio y el Norte de África (MENA). ¿Existirá una salida?
WASHINGTON, DC – Para los países en desarrollo, alcanzar el estado de ingresos medios es una bendición al mismo tiempo que una maldición. Si bien se ha superado la extrema pobreza y las privaciones, lo que suele seguir es una desaceleración del crecimiento que, históricamente, ha hecho que avanzar hacia mayores niveles se dé en casos muy excepcionales. Ciertamente, esa es la situación de los países de ingresos medios de Oriente Medio y el Norte de África (MENA). ¿Existirá una salida?