PARIS – El mes pasado, la Comisión Europea reveló su tan esperado proyecto de reforma bancaria, destinado a controlar la toma de riesgo de los principales bancos de la Unión Europea. Pero la propuesta se ha topado con una resistencia importante: hay quienes advierten que erosionaría la competitividad de los bancos europeos y otros que sostienen que es inadecuada para mitigar los riesgos bancarios de manera efectiva. La manera en que se desarrolle este debate tendrá implicancias profundas para el futuro de la UE.
PARIS – El mes pasado, la Comisión Europea reveló su tan esperado proyecto de reforma bancaria, destinado a controlar la toma de riesgo de los principales bancos de la Unión Europea. Pero la propuesta se ha topado con una resistencia importante: hay quienes advierten que erosionaría la competitividad de los bancos europeos y otros que sostienen que es inadecuada para mitigar los riesgos bancarios de manera efectiva. La manera en que se desarrolle este debate tendrá implicancias profundas para el futuro de la UE.