BERLÍN – Como Europa está atascada en una crisis financiera y los gobiernos nacionales en todo el continente fracasan o pierden elecciones, Alemania parece una isla de prosperidad y estabilidad. La canciller Angela Merkel ha aparecido como la personificación de la nueva fortaleza del niño problemático de la vieja Europa, un país admirado por algunos y odiado por otros.
BERLÍN – Como Europa está atascada en una crisis financiera y los gobiernos nacionales en todo el continente fracasan o pierden elecciones, Alemania parece una isla de prosperidad y estabilidad. La canciller Angela Merkel ha aparecido como la personificación de la nueva fortaleza del niño problemático de la vieja Europa, un país admirado por algunos y odiado por otros.