NUEVA YORK – Los arquitectos del euro sabían que estaba incompleto cuando lo diseñaron. El euro tenía un banco central común, pero no un tesoro común. Esto era inevitable, ya que el Tratado de Maastricht estaba destinado a crear una unión monetaria sin una unión política.
NUEVA YORK – Los arquitectos del euro sabían que estaba incompleto cuando lo diseñaron. El euro tenía un banco central común, pero no un tesoro común. Esto era inevitable, ya que el Tratado de Maastricht estaba destinado a crear una unión monetaria sin una unión política.