AUSTIN – En un notable catálogo de horrores para el New York Times, el periodista Ben Casselman detalla los «principios centrales» de la economía ortodoxa que han caído en la desgracia política: el libre comercio, las fronteras abiertas, los impuestos al carbono, la austeridad fiscal. Como enviado a cubrir la reciente reunión anual de la American Economic Association en San Francisco, Casselman señala los problemas que los economistas no han resuelto: la desindustrialización, la debacle de 2008 y la recesión que le siguió, la desaceleración del crecimiento a largo plazo. Y destaca sus más grandes errores de previsión: la crisis financiera de 2007‑09, el shock de precios de 2021‑22 y la transitoriedad de la inflación resultante, que por el momento ha retrocedido sin provocar recesión.
AUSTIN – En un notable catálogo de horrores para el New York Times, el periodista Ben Casselman detalla los «principios centrales» de la economía ortodoxa que han caído en la desgracia política: el libre comercio, las fronteras abiertas, los impuestos al carbono, la austeridad fiscal. Como enviado a cubrir la reciente reunión anual de la American Economic Association en San Francisco, Casselman señala los problemas que los economistas no han resuelto: la desindustrialización, la debacle de 2008 y la recesión que le siguió, la desaceleración del crecimiento a largo plazo. Y destaca sus más grandes errores de previsión: la crisis financiera de 2007‑09, el shock de precios de 2021‑22 y la transitoriedad de la inflación resultante, que por el momento ha retrocedido sin provocar recesión.