GINEBRA – El mundo suspiró con alivio cuando la Organización Mundial de la Salud declaró en mayo de 2023 que la COVID-19 había dejado de ser una emergencia sanitaria pública internacional, pero no podemos relajarnos. La pandemia fue un aviso urgente sobre la debilidad de los sistemas sanitarios y ha impulsado su fortalecimiento, previendo una posible nueva variante o la aparición de un nuevo agente patógeno.
GINEBRA – El mundo suspiró con alivio cuando la Organización Mundial de la Salud declaró en mayo de 2023 que la COVID-19 había dejado de ser una emergencia sanitaria pública internacional, pero no podemos relajarnos. La pandemia fue un aviso urgente sobre la debilidad de los sistemas sanitarios y ha impulsado su fortalecimiento, previendo una posible nueva variante o la aparición de un nuevo agente patógeno.