BRUSELAS – Hace un año, el Banco Central Europeo aprovechó un alza temporal de los precios para declarar victoria en su lucha por llevar la inflación de la eurozona a su objetivo de “una cifra inferior pero cercana al 2%”. Sin embargo, el triunfo no perduró mucho. La inflación general ha vuelto a descender, y la inflación de base, que no considera los volátiles precios de la energía, vuelve a rondar el 1%. Pero esto no debería preocupar demasiado al BCE.
BRUSELAS – Hace un año, el Banco Central Europeo aprovechó un alza temporal de los precios para declarar victoria en su lucha por llevar la inflación de la eurozona a su objetivo de “una cifra inferior pero cercana al 2%”. Sin embargo, el triunfo no perduró mucho. La inflación general ha vuelto a descender, y la inflación de base, que no considera los volátiles precios de la energía, vuelve a rondar el 1%. Pero esto no debería preocupar demasiado al BCE.