La tierra produce un caudal seguro de desastres. Algunos, como el SIDA, son crónicos; otros, como los terremotos o el huracán Katrina, son manifestaciones repentinas de la fuerza de la naturaleza. En todos los casos, se espera que un esfuerzo de ayuda bien financiada llegue de alguna región rica. Pero importar asistencia no sólo puede ser menos efectivo; puede de hecho causar más daño en el largo plazo.
La tierra produce un caudal seguro de desastres. Algunos, como el SIDA, son crónicos; otros, como los terremotos o el huracán Katrina, son manifestaciones repentinas de la fuerza de la naturaleza. En todos los casos, se espera que un esfuerzo de ayuda bien financiada llegue de alguna región rica. Pero importar asistencia no sólo puede ser menos efectivo; puede de hecho causar más daño en el largo plazo.