LONDRES – En 2006, Alexander Litvinenko, un exoficial del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), que sucedió a la KGB, fue envenenado en Londres con la sustancia radioactiva polonio-210. Su viuda, Marina Litvinenko, lleva diez años batallando cuesta arriba para que su marido tenga justicia. Finalmente lo logró.
LONDRES – En 2006, Alexander Litvinenko, un exoficial del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), que sucedió a la KGB, fue envenenado en Londres con la sustancia radioactiva polonio-210. Su viuda, Marina Litvinenko, lleva diez años batallando cuesta arriba para que su marido tenga justicia. Finalmente lo logró.