STANFORD – La inesperada elección de Donald Trump como 45.º presidente de los Estados Unidos engendró una industria informal de análisis poselectorales y predicciones, en Estados Unidos y el resto del mundo. Algunos relacionan la victoria de Trump con una tendencia más amplia hacia el populismo en Occidente, y en particular, en Europa (de la que sirve de ejemplo el referendo de junio en el que el Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea). Otros hacen hincapié en el atractivo que confiere a Trump ser un outsider, capaz de alterar el sistema político en formas que le estarían vedadas a su adversaria, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton (una representante cabal del sistema). Estas explicaciones pueden tener su punto de razón, en particular la segunda. Pero hay otros factores en juego.
STANFORD – La inesperada elección de Donald Trump como 45.º presidente de los Estados Unidos engendró una industria informal de análisis poselectorales y predicciones, en Estados Unidos y el resto del mundo. Algunos relacionan la victoria de Trump con una tendencia más amplia hacia el populismo en Occidente, y en particular, en Europa (de la que sirve de ejemplo el referendo de junio en el que el Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea). Otros hacen hincapié en el atractivo que confiere a Trump ser un outsider, capaz de alterar el sistema político en formas que le estarían vedadas a su adversaria, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton (una representante cabal del sistema). Estas explicaciones pueden tener su punto de razón, en particular la segunda. Pero hay otros factores en juego.