NUEVA YORK – Resulta escalofriante pensar que, veinte años exactamente después de la “matanza de Tiananmen”, pocos ciudadanos jóvenes de la República Popular de China tienen demasiada idea de lo que ocurrió en aquella ocasión. Muchos ciudadanos chinos desarmados murieron a manos del Ejército de Liberación Popular el 4 de junio de 1989, no sólo en las cercanías de la plaza de Tiananmen, sino también en ciudades de toda China. La mayoría no eran estudiantes, que iniciaron la manifestación pacífica contra la corrupción y la autocracia, sino trabajadores comunes y corrientes, la clase de personas a las que un partido comunista debería representar.
NUEVA YORK – Resulta escalofriante pensar que, veinte años exactamente después de la “matanza de Tiananmen”, pocos ciudadanos jóvenes de la República Popular de China tienen demasiada idea de lo que ocurrió en aquella ocasión. Muchos ciudadanos chinos desarmados murieron a manos del Ejército de Liberación Popular el 4 de junio de 1989, no sólo en las cercanías de la plaza de Tiananmen, sino también en ciudades de toda China. La mayoría no eran estudiantes, que iniciaron la manifestación pacífica contra la corrupción y la autocracia, sino trabajadores comunes y corrientes, la clase de personas a las que un partido comunista debería representar.