NUEVA YORK – Ser estadounidense es discutir acerca de lo que significa ser estadounidense. Ya desde la fundación del país no teníamos casi nada en común. No compartimos un origen nacional, una denominación religiosa o un perfil racial. Lo único que tenemos son formas de definir qué es «nosotros, el pueblo»: aquellos en quienes, según la Constitución, radica la soberanía en un Estado al que se concibe como servidor de la sociedad y no como su amo.
NUEVA YORK – Ser estadounidense es discutir acerca de lo que significa ser estadounidense. Ya desde la fundación del país no teníamos casi nada en común. No compartimos un origen nacional, una denominación religiosa o un perfil racial. Lo único que tenemos son formas de definir qué es «nosotros, el pueblo»: aquellos en quienes, según la Constitución, radica la soberanía en un Estado al que se concibe como servidor de la sociedad y no como su amo.