BEIRUT – En un informe tras otro del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Liga Árabe, se subraya que el déficit educativo del mundo árabe es una de las causas principales de su subdesarrollo. Pese a contar con el cinco por ciento de la población mundial y la mayor parte del petróleo y del gas del mundo, el mundo árabe se mantiene muy rezagado del resto del mundo y padece una –es la mejor denominación que podemos darle– “pobreza educativa”. Sin una mejora espectacular de todos los niveles educativos, el desempleo, el analfabetismo y la desigualdad de renta seguirán empeorando y la región seguirá siendo un peligro para sí misma y para sus vecinos.
BEIRUT – En un informe tras otro del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Liga Árabe, se subraya que el déficit educativo del mundo árabe es una de las causas principales de su subdesarrollo. Pese a contar con el cinco por ciento de la población mundial y la mayor parte del petróleo y del gas del mundo, el mundo árabe se mantiene muy rezagado del resto del mundo y padece una –es la mejor denominación que podemos darle– “pobreza educativa”. Sin una mejora espectacular de todos los niveles educativos, el desempleo, el analfabetismo y la desigualdad de renta seguirán empeorando y la región seguirá siendo un peligro para sí misma y para sus vecinos.