SANTIAGO – Tan solo en los últimos meses, el presidente del Perú intentó disolver el congreso, la vicepresidenta de Argentina fue condenada por corrupción, y el presidente de Brasil amenazó con no dejar su cargo si perdía en las próximas elecciones. Cuando a esto se añade la consolidación de las dictaduras en Venezuela y Nicaragua, y el anuncio hecho por el presidente de El Salvador que será candidato a su reelección a pesar de que la constitución de su país lo prohíbe, la conclusión parece clara: en América Latina la democracia está en aprietos.
SANTIAGO – Tan solo en los últimos meses, el presidente del Perú intentó disolver el congreso, la vicepresidenta de Argentina fue condenada por corrupción, y el presidente de Brasil amenazó con no dejar su cargo si perdía en las próximas elecciones. Cuando a esto se añade la consolidación de las dictaduras en Venezuela y Nicaragua, y el anuncio hecho por el presidente de El Salvador que será candidato a su reelección a pesar de que la constitución de su país lo prohíbe, la conclusión parece clara: en América Latina la democracia está en aprietos.