WASHINGTON DC – Pocas cosas son tan aterradoras para las economías emergentes como la repentina parálisis que tiene lugar cuando los inversores externos pierden la confianza y huyen con su capital, provocando, por lo general, devaluaciones y recesiones. América Latina y el Caribe enfrentan ahora una repentina parálisis sin precedentes en tres frentes, con grandes trastornos para la movilidad humana, el comercio y los flujos de capital. Para superar este desafío serán necesarias disciplina, creatividad y astucia en el diseño de las políticas.
WASHINGTON DC – Pocas cosas son tan aterradoras para las economías emergentes como la repentina parálisis que tiene lugar cuando los inversores externos pierden la confianza y huyen con su capital, provocando, por lo general, devaluaciones y recesiones. América Latina y el Caribe enfrentan ahora una repentina parálisis sin precedentes en tres frentes, con grandes trastornos para la movilidad humana, el comercio y los flujos de capital. Para superar este desafío serán necesarias disciplina, creatividad y astucia en el diseño de las políticas.