CANBERRA – Cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, canceló abruptamente su cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un, le echó la culpa a la "tremenda ira y abierta hostilidad" de Corea del Norte. En verdad, la cumbre, programada para el 12 de junio en Singapur, estaba destinada al fracaso por tres razones.
CANBERRA – Cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, canceló abruptamente su cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un, le echó la culpa a la "tremenda ira y abierta hostilidad" de Corea del Norte. En verdad, la cumbre, programada para el 12 de junio en Singapur, estaba destinada al fracaso por tres razones.