BERLÍN – Desde que Francis Fukuyama sostuvo, hace más de dos decenios, que el mundo había llegado al fin de la Historia, ésta ha hecho contener la respiración al mundo. El ascenso de China, las guerras de los Balcanes, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, las guerras en el Afganistán y el Iraq, la crisis financiera mundial de 2008, la “primavera árabe” y la guerra civil siria han refutado la opinión de Fukuyama del inevitable triunfo de la democracia liberal. En realidad, se podría decir que la Historia ha dado la vuelta completa al círculo en el lapso de un cuarto de siglo, desde la caída del comunismo en Europa en 1989 hasta la renovada confrontación entre Rusia y Occidente.
BERLÍN – Desde que Francis Fukuyama sostuvo, hace más de dos decenios, que el mundo había llegado al fin de la Historia, ésta ha hecho contener la respiración al mundo. El ascenso de China, las guerras de los Balcanes, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, las guerras en el Afganistán y el Iraq, la crisis financiera mundial de 2008, la “primavera árabe” y la guerra civil siria han refutado la opinión de Fukuyama del inevitable triunfo de la democracia liberal. En realidad, se podría decir que la Historia ha dado la vuelta completa al círculo en el lapso de un cuarto de siglo, desde la caída del comunismo en Europa en 1989 hasta la renovada confrontación entre Rusia y Occidente.