ITHACA, NUEVA YORK – Una historia apócrifa que a veces se escucha entre físicos trata de un brindis propuesto por sus colegas de la Universidad de Cambridge, a J. J. Thomson por su descubrimiento del electrón en 1897: “Al electrón: ¡es de esperar que nunca le sea útil a nadie!”. Dicen que los matemáticos puros hacen un chiste similar a propósito de su profesión.
ITHACA, NUEVA YORK – Una historia apócrifa que a veces se escucha entre físicos trata de un brindis propuesto por sus colegas de la Universidad de Cambridge, a J. J. Thomson por su descubrimiento del electrón en 1897: “Al electrón: ¡es de esperar que nunca le sea útil a nadie!”. Dicen que los matemáticos puros hacen un chiste similar a propósito de su profesión.